Economía, inmigración y terrorismo fueron los principales ámbitos de controversia en el último cara a cara televisado el lunes entre el presidente del Gobierno socialista español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder conservador Mariano Rajoy, perdedor según los sondeos.
"Voy a explicar cuál es mi proyecto político para los próximos cuatro años", comenzó Rodríguez Zapatero, el duelo entre el jefe del ejecutivo, que aspira a su reelección, y el líder del Partido Popular (PP, derecha), después de que las encuestas mostraran que el público echó de menos propuestas de futuro en el anterior debate del lunes pasado, seguido por 12 millones de televidentes.
Fiel a esta declaración, el presidente, de traje oscuro, camisa malva y corbata a rayas negreas y grises, desgranó algunas de las medidas que su Gobierno espera poner en marcha, especialmente en economía, tema estrella de la campaña electoral con miras a las elecciones legislativas del próximo domingo.
Durante las casi dos horas de debate, que comenzó pasadas las 22H00 locales (21H00 GMT), Rodríguez Zapatero prometió un "observatorio que compare los precios de distintos proveedores" para luchar contra la inflación, y dos millones de empleo, al tiempo que recordó que en estos cuatro años aumentó la renta per cápita española "por encima de la media europea".
Rajoy volvió a acusar a Rodríguez Zapatero de no hacer nada para impedir la subida de precios de los productos básicos. "Pasamos de una inflación del 2,2% a una inflación del 4,4%", sostuvo el líder conservador, que en varias ocasiones mostró gráficos de indicadores económicos a su rival socialista.
"Me ocuparé de la economía, me ocuparé de luchar contra los precios", prometió el jefe del principal partido de la oposición, que en ocasiones se vio interrumpido por un Rodríguez Zapatero, más tranquilo que en el primer debate del lunes pasado, celebrado también en el Palacio de Congresos, en un predio ferial del norte de Madrid.
Rajoy, en ocasiones agresivo, volvió varias veces sobre la inmigración, uno de sus grandes caballo de batalla. Se declaró "a favor de la inmigración, pero legal, con contrato e integración", y se quejó de la pérdida de prestaciones sociales para muchos españoles.
"No se puede permitir que haya españoles que pierden derechos sociales porque vengan extranjeros con un nivel más bajo de renta, que piden ayudas sociales", afirmó Rajoy, de traje oscuro y corbata roja.
Rodríguez Zapatero sostuvo que su "política tiene un principio: sólo pueden venir y quedarse los que puedan trabajar de acuerdo con la ley".
El debate se crispó especialmente al hablar de terrorismo, un tema que ha sido un motivo constante de enfrentamiento entre el Gobierno y la oposición conservadora, que se ha opuesto firmemente a las frustradas conversaciones del ejecutivo socialista con la organización separatista armada vasca ETA.
"Usted ha ganado las elecciones (de 2004) por (la guerra de) Irak y por el 11-M", acusó Rajoy a Zapatero, recordando el inesperado triunfo socialista tres días después de los atentados islamistas del 11 de marzo de 2004 que causaron 191 muertos.
En la recta final hacia las urnas, la imagen más firme dada por Zapatero en este duelo se tradujo en un 50,8% de apoyo de los espectadores contra 29% para Rajoy según un sondeo inmediato del Instituto Opina para la televisión privada Cuatro.
Otro sondeo del instituto Invymark para el canal de televisión La Sexta dio como ganador a Zapatero con un 42,2% frente a un 29,8% para Rajoy.
"Rajoy ha firmado su finiquito político como líder del PP", afirmó el periodista José María Calleja en un coloquio televisivo, mientras Fernando Onega, de La Voz de Galicia, consideró que el debate "no ha cambiado ningún voto".
Rajoy ganó "2 a 0" los dos debates con Zapatero, afirmó en la sede madrileña del PP su secretario general, Angel Acebes, mientras que desde la sede socialista, el portavoz Diego López Garrido sostuvo que Zapatero "ha llenado el debate con propuestas de futuro".
Tres sondeos publicados el lunes por varios diarios dan al PSOE una ventaja de entre 4% y 4,4% frente al PP.
Más de 35 millones de españoles están habilitados para votar el 9 de marzo en las décimas elecciones legislativas de la democracia española.
"El próximo domingo a esta hora, la suerte estará echada", sentenció la moderadora del debate, la periodista Olga Viza.
Gabriel Rubio – Gabriela Calotti (AFP)
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