Agentes del Cuerpo Nacional de Policía arrestaron a un matrimonio que regentaba un restaurante en el municipio vizcaíno de Durango, donde contrataba a personas extranjeras a las que sometían a jornadas de trabajo de once horas por unos 600 euros al mes.
Según informó ayer la Delegación del Gobierno en el País Vasco, al detener a la pareja de empresarios la Policía arrestó también a tres ciudadanas de nacionalidad boliviana que trabajaban en situación irregular.
La operación policial se inició el pasado día 26 de febrero cuando agentes de Policía, junto a miembros de la Brigada de Extranjería, realizaron un control en el local hostelero que regentaba la pareja, para verificar la situación administrativa y socio-laboral de los trabajadores del establecimiento.
Los policías comprobaron que las empleadas del restaurante eran sometidas ‘a una situación de explotación laboral’ y se les obligaba a trabajar durante jornadas de 11 horas diarias, de lunes a sábado, con un descanso mínimo para poder comer, por un salario mensual de unos 600 euros.
La delegación del Gobierno explicó que ‘la utilización de mano de obra extranjera en situación de irregularidad es una práctica habitual de determinados empresarios, que, valiéndose del temor de estas personas a ser expulsadas y haciéndoles creer que se va a proceder a regularizar su situación administrativa, son sometidas a una clara sobreexplotación laboral’.
Además, detalló que en muchas casos estos trabajadores soportan ‘jornadas maratonianas, sin cobertura sanitaria y sin derechos de ningún tipo, lo que permite al empleador mayores beneficios económicos’, ya que les pagan sueldos ‘claramente inferiores’ a los que recibirían ciudadanos españoles.
Así, la investigación concluyó con el arresto de los empresarios, J.A.A.A. y M.A.A.L., vecinos de Durango y propietarios del restaurante, como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores y los ciudadanos extranjeros.
Además, la policía constató que una de las empleadas se encontraba en situación legal, pero las otras tres no tenían papeles, por lo que fueron detenidas en aplicación de la normativa vigente en materia de extranjeros.
Las arrestadas son N.G.Y., de 32 años, W.S.C., de 23, y J.O.O.C., de 22 años, todas ellas vecinas de Durango.
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