Después del batacazo del jueves, Wall Street abrió la última jornada de la semana inmerso en el terreno negativo. Los nefastos datos del paro han resucitado los temores de los inversores a una recesión económica. Sin embargo, las compañías tecnológicas parecen que de momento mantienen el tono positivo gracias a sus buenos resultados.
En el apartado macroeconómico, los inversores acaban de recibido un buen varapalo. El Departamento de Trabajo ha anunciado que la economía de EEUU tuvo en febrero una pérdida neta de 63.000 puestos de trabajo. Este dato es considerado por los expertos como el indicio más claro de una recesión. A pesar de la segunda disminución del desempleo en dos meses, el índice de desempleo bajó sólo una décima, al 4,8%, porque unas 450.000 personas abandonaron la fuerza laboral.
Ayer la Reserva Federal (Fed) anunció nuevas medidas para corregir las presiones de liquidez en los mercados financieros. Así, la Fed ha aumentado los importes en las próximas subastas del día 10 y 24 de marzo a 50.000 millones de dólares cada una.
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