Un estudio editado por el Centro de Estudios Andaluces, centro dependiente de la Consejería de la Presidencia de la Junta, concluye que un tercio de trabajadoras andaluzas considera que la maternidad obstaculiza su carrera profesional dentro de la empresa para la que trabaja, con independencia del sector analizado.
La obra, elaborada por el profesor del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga Oscar Marcenaro Gutiérrez, a la que tuvo acceso Europa Press, analiza a lo largo de 51 páginas y a partir de diferentes fuentes estadísticas y en términos cuantitativos sobre las posibles causas y consecuencias de las dificultades para conciliar la vida familiar, laboral y personal para las parejas españolas y andaluzas, así como una valoración de algunos de los costes pecuniarios y no pecuniarios que derivan de esas dificultades.
Entre las principales conclusiones que se han obtenido, el estudio destacó la ‘persistencia de determinados roles sociales y mecanismos discriminatorios del mercado que fomentan una asimetría entre géneros en la distribución de tareas en el hogar y en el cuidado a hijos y personas dependientes, donde son las mujeres las que asumen más compromisos al respecto, por lo que existe un grave problema de corresponsabilidad que, acompañado de la escasez de medidas de apoyo a las familias no contribuyen a solventar esta problemática’.
Indicó que las consecuencias de estas dificultades permiten explicar ‘algunos problemas psicológicos de los trabajadores junto con las dificultades de lectura que experimentan los jóvenes andaluces’. En ese sentido, consideró que ‘un mayor tiempo de lectura de padres o madres favorece una mayor dedicación a esta actividad de sus hijos’, por lo que indicó que las políticas de conciliación ‘deben actuar para fomentar las posibilidades de padres de dedicar algún tiempo a estas actividades culturales’.
Respecto al mercado de trabajo, un tercio de las empleadas andaluzas consideran que la maternidad supone un obstáculo en su trayectoria profesional, según indicó el estudio, que constata ‘la existencia de discriminación en cuanto al progreso salarial de las mujeres que entran en la maternidad respecto de las que no lo hacen’.
El informe consideró ‘llamativo’ que en ‘el sector público, donde aparentemente el principio de igualdad está más regulado, el porcentaje de mujeres que temen ver limitada su carrera profesional por motivos de maternidad es muy similar al del sector privado’.
A ello, según indicó este experto, se añaden los ‘elevados’ costes de los servicios de atención a los hijos, de manera que ‘se demuestra que la maternidad es injustificadamente costosa sólo para las mujeres, dificultando aún más sus posibilidades de disfrutar de una vida laborar, familiar y personal plenas’. Agregó que a los costes pecuniarios ‘hay que sumarle un aumento en el nivel de estrés que se ha detectado a la hora de hacer frente a estos problemas’.
En este sentido, el informe apuntó que la provisión de servicios por parte del Estado ‘no parece dar frutos, pues una alta proporción de las mujeres andaluzas afirman que la principal razón para no incorporarse a un trabajo remunerado es la falta o el alto precio de los servicios de atención a hijos’.
Además, entre las andaluzas que no trabajan más a pesar de que les gustaría, un tercio afirman que ‘es la falta de servicios de atención para los niños la principal razón para no trabajar más y, de éstas, la mitad consideran que, aunque existen, estos servicios son demasiado caros para acceder a ellos’.
Igualmente las dificultades para tomar excedencias que permitan afrontar las necesidades de cuidados de los menores ‘actúa como impedimento de las posibilidades de conciliación’, en opinión de los encuestados.
Además de estos costes las dificultades de conciliación ‘se traducen en menores niveles de satisfacción con el cuidado de hijos y con la vida personal y laboral, a lo que se suma un aumento en el nivel de estrés, con sus potenciales secuelas negativas’.
RECOMENDACIONES EN POLÍTICAS LABORALES.
El informe apunta también algunas recomendaciones desde la perspectiva de las políticas laborales, como el aumento de la jornada continua, la no extensión de la jornada laboral más allá de lo establecido en el contrato y el ajuste a los horarios, como medidas ‘para facilitar la coordinación y conciliación de ambos miembros de la pareja en las tareas comunes’.
Así, el estudio apuntó que ‘permitir que los dos miembros de la pareja coordinen sus horarios de salida del trabajo remunerado genera sinergias positivas que contribuirán a las posibilidades de conciliación de ambos’.
Otra de las observaciones que incluye el documento se centra en que ‘a medida que aumenta el nivel educativo, se eleva de forma considerable el tiempo dedicado por hombres y mujeres a los cuidados básicos y secundarios hacia sus hijos, por lo que el fomento del capital humano y una formación en valores de igualdad como parte de la formación reglada podrían contribuir a un reparto más equitativo entre géneros de las responsabilidades familiares’.
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