La única gruista gallega, Elvira Míguez, asegura que en la vida "hay que trabajar y salir adelante" y hacer frente a las dificultades que en el caso de las mujeres que quieren introducirse en un mercado laboral tradicionalmente reservado a los hombres siempre son mayores. De hecho, ratificó que estos obstáculos son los que se encontró cuando obtuvo su título de Fundación Laboral de la Construcción.
En declaraciones a Europa Press Televisión, Elvira Míguez reconoció que fueron "muchos" los impedimentos. "Uno que me sorprendió de manera especial, y es que me atendió una mujer al teléfono y por el simple hecho de ser yo una mujer ya no me dio ni cita para la entrevista; por el simple hecho de ser mujer", lamentó.
No obstante, "tras un difícil comienzo" la empresa Construcciones Gamallo, "a la que nunca había ido", la reclamó para un puesto de trabajo. "Y aquí estoy", afirmó.
Precisamente, Felipe Gamallo, uno de los propietarios de la empresa que contrató a Elvira Míguez, dijo de ella que "es una compañera más" y que la relación de los hombres de la empresa "es de máximo respeto y sin ningún tipo de problema". Al respecto, Felipe Gamallo animó "a la gente preparada y con ganas de trabajar a que se eche para adelante".
MUJER EN UN MUNDO DE HOMBRES.
Por ello, Elvira Míguez ratificó que "cualquiera que se lo proponga" puede hacer lo mismo que ha hecho ella, que además de gruista, ya es una experta en albañilería, cantería y que pronto será encargada de obra y experta en materiales peligrosos, para lo que ya se está preparando.
"Hay que echarse para adelante, que no hay ningún impedimento para trabajar en la construcción; podemos tener menos fuerza pero no menos inteligencia; que las mujeres podemos llegar al mismo sitio que los hombres, y los hombres también pueden alcanzar lo mismo que las mujeres", sentenció.
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