Los sindicatos ya tienen listas sus propuestas para mitigar el aumento del paro en la construcción. La idea que defienden las centrales es la de reducir el número de horas extra que realizan los empleados de este sector para conseguir, de esta forma, mantener al menos buena parte del empleo actual. El responsable de la Federación de Construcción, Madera y Afines de Comisiones Obreras en Asturias, Jesús Ángel Alonso, asegura que el descenso en la actividad ya se está dejando sentir en la región y, defiende, que una de las mejores formas de actuar contra este bajón es «acabar con los excesos de jornada». Las centrales aseguran que hay obras en las que la jornada laboral de algunos trabajadores suele durar entre 9 y 10 horas. En la misma línea se expresó el responsable de construcción de UGT, Valentín Prieto, que señala que «reducir las horas extra no generará nuevo empleo, pero ayudará a mantenerlo».
España contabilizó el pasado mes de febrero unos 81.000 parados más en la construcción que hace un año, lo que supone un incremento del 36 por ciento. En Asturias el aterrizaje del ladrillo está siendo mucho más suave. En cambio, en el Principado las cifras no fueron tan negativas como en el resto del país. El paro en la construcción asturiana ha aumentado en un año el 8,9 por ciento (440 personas), el incremento más moderado junto al de Galicia (8,37 por ciento). El Principado fue la única región que consiguió reducir su número de desocupados en la comparativa interanual, lo hizo en un 2,23 por ciento, en total 1.242 asturianos abandonaron las colas de las oficinas de Servicio Público de Empleo. Una de cada cuatro personas que en Asturias demandan empleo en la construcción es de Gijón. El municipio costero encabeza, en términos absolutos, el paro en el sector regional. Pero ha sido en Oviedo y en Siero donde el incremento del desempleo ha sido más pronunciado. Según información estadística del Servicio Público de Empleo, el paro en la construcción aumentó el 28 por ciento en un año en Oviedo, donde están registrados 935 desempleados. Hasta el momento en la región los más afectados por este enfriamiento del sector inmobiliario son los inmigrantes. El paro en la construcción entre la comunidad extranjera de la región aumentó en un 50,3 por ciento (140 personas).
El Gobierno central tiene ya elaborado un plan con el que pretende recolocar a los parados que genere el ladrillo. Los sindicatos ya han recibido el borrador de este documento y en la actualidad están estudiando las propuestas del Gobierno socialista. El propio Ministro de Trabajo, Jesús Caldera, aseguró que espera cerrar en breve el acuerdo con las centrales, e incluso apuntó que «ya tenemos un número elevado de ofertas de empresas de otros sectores que precisan nueva mano de obra». Fuentes del Ministerio indicaron que el Gobierno no trasladará este plan al Consejo de Ministros hasta que no lo haya consensuado con las centrales sindicales a nivel nacional.
Valentín Prieto, de UGT, propone también que otro de los planes que se tiene que llevar a cabo para mitigar esta caída de empleo es que «Asturias debe mantener la obra pública que ya tiene comprometida, y se necesita fomentar la el volumen de viviendas protegidas».
En la misma línea Alonso, de CC OO, asegura que «lo importante para Asturias es que la obra civil siga manteniendo su actividad, y que se sostenga también la edificación. Si esta última actividad desciende caerá el 75 por ciento de la actual mano de obra del sector en la región». El portavoz del sindicato asegura que «lo que está claro ahora es la que la edificación pasará por un proceso de reajuste y hay que poner medios como la promoción de una vivienda pública».
Una de las medidas anunciadas por el PSOE durante la campaña para «rescatar» al sector inmobiliario fue la de ampliar el plazo de las hipotecas a las familias que tengan más dificultades para afrontar el pago, de forma gratuita. Además, el Gobierno ya ha dado muestras de su deseo de impulsar a las promotoras con la dotación, a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), hace un mes, de 3.500 millones de euros para la construcción de viviendas protegidas, una de las principales demandas de los sindicatos asturianos.
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