Este fue el principal mensaje tras la Cumbre Social Tripartita para el Crecimiento y el Empleo que tradicionalmente se celebra en Bruselas antes de la Cumbre de primavera de jefes de Estado y de Gobierno.
Sindicatos y patronal europeos solicitaron hoy una mejor sinergia entre los actores económicos, sociales y medioambientales para que la lucha contra el cambio climático no tenga un impacto negativo sobre la competitividad del mercado europeo ni sobre la calidad del empleo.
Este fue el principal mensaje tras la Cumbre Social Tripartita para el Crecimiento y el Empleo que tradicionalmente se celebra en Bruselas antes de la Cumbre de primavera de jefes de Estado y de Gobierno. El debate entre sindicatos, patronal y Unión Europea estuvo marcado este año por el desarrollo de la estrategia de Lisboa, la lucha contra el cambio climático y la ‘flexiseguridad’.
"Las empresas saben perfectamente el coste que tendrá la lucha contra el cambio climático", advirtió el presidente de la patronal BusinessEuropa, Ernest Antoine Seillière,, que consideró que los consumidores también tendrán que asumir parte de ese coste. Además, a su juicio, es necesario "hablar de las consecuencias sociales de este nuevo contexto" y de cómo "adaptar" la estructura empresarial actual a esta situación.
El impacto de las medidas contempladas por la Unión Europea para luchar contra el cambio climático también preocupa a los sindicatos, según afirmó el secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), John Monks. A pesar de que sea un problema especialmente para las industrias tradicionales, el cambio climático es un desafío y es el momento de "gestionar lo mejor posible la mutación" que necesita el tejido empresarial para hacerle frente.
Los objetivos económicos y medioambientales fijados por la agenda de Lisboa se están produciendo, pero no hay que olvidar el aspecto social de los mismos. Por ello, Monks reconoció que se están creando puestos de trabajo en la Unión Europea, pero alertó del carácter "precario" de gran parte de ellos al considerar que la calidad de los nuevos empleos es uno de los principales problemas en la actualidad.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que también participó en la Cumbre Social Tripartita, subrayó la necesidad de que la adaptación de los Veintisiete a la lucha contra el cambio climático sea un motor de dinamización que beneficie a la competitividad "pero también a una Europa social". Para que el crecimiento europeo sea un "crecimiento al servicio de los ciudadanos", apuntó Barroso, "pediremos a los actores sociales que tengan un papel más activo" en el desarrollo de la estrategia de Lisboa.
Barroso insistió en que es posible lograr un acuerdo "global" para combatir los efectos del cambio climático, pero admitió que quizá no sea posible en 2009. Barroso propuso mecanismos aplicables a ciertos sectores para esquivar el riesgo de que las empresas trasladen sus fábricas a otros países más permisivos que los de la Unión o que la competitividad de los Veintisiete se viera amenazada por no lograr un pacto global en esa fecha. No obstante, rechazó definir el tipo de mecanismos o a qué industrias estarían destinados porque consideró que hacerlo sería un signo de que no cree que sea posible el acuerdo total.
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