McLaren despidió finalmente al diseñador en jefe Mike Coughlan, el hombre en el centro de la controversia de espionaje que le costó a la escudería 100 millones de dólares y el título de Fórmula Uno del año pasado.
El equipo confirmó el viernes en el Gran Premio de Australia que el británico, quien provocó el escándalo cuando un expediente de 780 páginas sobre información técnica de Ferrari fue encontrado en su casa, ya no era uno de sus empleados.
La controversia estalló en julio pasado, cuando Coughlan fue suspendido por McLaren. Sin embargo, debido a razones legales había permanecido en la plantilla del personal del equipo, que utiliza motores de Mercedes.
Ferrari despidió en julio a Nigel Stepney, el ingeniero británico acusado de pasarle la información a Coughlan. Ambos hombres enfrentan acciones legales en Italia.
Los comentarios están cerrados.