UGT-Metal considera que una inversión mínima de 300 millones de euros para aumentar un diez por ciento el arrabio y acero líquido que se produce en Gijón y construir una nueva máquina de colada continua en Avilés garantizará el futuro de las plantas asturianas de ArcelorMittal durante 20 años más.
El secretario general del Metal, Construcción y Afines (MCA) de UGT Asturias, Eduardo Donaire, ha destacado que esta propuesta ha sido transmitida y está siendo estudiada ya por la dirección de la multinacional siderúrgica, que en los últimos cuatro años ha destinado 494 millones de euros a las dos factorías asturianas, que se han situado como las más rentables del grupo en Europa.
La propuesta de UGT pasa por incrementar la producción de arrabio en unas 600.000 toneladas, que supondría a su vez aumentar en un millón de toneladas el acero líquido, para llegar a las 5,7 millones de toneladas al año.
Este incremento se conseguiría con la remodelación total y aumento de capacidad de uno de los dos altos hornos que la empresa tiene en la factoría gijonesa de Veriña.
Según Donaire, el aumento de capacidad está justificada porque se consume todo el acero que se produce en las instalaciones asturianas encargadas de transformar el acero líquido ‘que no tienen posibilidades de hacer más cosas’.
El aumento de producción de los hornos altos permitirán también aumentar las posibilidades de expansión de otras empresas transformadoras como las dos que se están construyendo en las inmediaciones de Veriña para incrementar la fabricación de torres eólicas que se hacen con la chapa producida en ArcelorMittal.
‘Tratamiento Integral del Acero’, del grupo Daniel Alonso, está invirtiendo 28 millones de euros en una planta que empleará a 50 empleados y ocupará 130.000 metros cuadrados junto a la planta de Veriña para aumentar su producción de torres eólicas.
Esta nueva empresa, junto a la ampliación que va a acometer la compañía ‘SEM’ con 3,5 millones de inversión en un planta que mantendrá sus 24 empleos actuales y generará 12 más, van a consumir anualmente 60.000 toneladas de chapa, el 10 por ciento de la producción de Arcelor en Asturias.
Para Donaire, la situación actual de ArcelorMittal y de las empresas transformadoras contrasta con la situación que se vivía hace cuatro años, cuando en enero de 2004 la dirección de la siderurgia planteó a los sindicatos el cierre de la mayor parte de la planta gijonesa y la pérdida de 1.800 puestos de trabajo.
A finales de febrero de este año, las plantas siderúrgicas asturianas daban empleo a más de 6.600 trabajadores, frente a los poco más de 7.000 que había hace cuatro años, y ningún empleado tiene más de 60 años, por la aplicación de contratos relevos que, cuando termine este ejercicio, ascenderán a 2.006.
Donaire ha destacado que el diálogo y la apuesta por la mejora de la competitividad han hecho que las plantas asturianas se hayan convertido en la ‘joya de la corona’ de ArcelorMittal en Europa.
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