La CEOE-Tenerife advirtió ayer de que durante este año se construirán unas 10.000 viviendas menos en el Archipiélago, lo que supondrá la destrucción de unos 23.000 puestos de trabajo en el sector, cuyo mayor impacto se acusará a mediados de año cuando finalice el plazo de la ejecución de las obras ya iniciadas.
En un comunicado, la patronal tinerfeña, que también advierte de la pérdida de otros 7.000 empleos vinculados al sector, indica que la restricción de la actividad en el sector de la construcción no ha tocado fondo y podrá repercutir en otros sectores de la economía y el empleo.
La CEOE-Tenerife precisa que durante el año 2007, la desaceleración de la economía canaria se ha acusado conforme la construcción ha reducido su ritmo de crecimiento y la demanda interna ha comenzado a verse afectada por la menor renta disponible de las familias.
Las perspectivas para este año 2008 no serán mejores, advierte la patronal tinerfeña, dado que la construcción está reduciendo su ritmo de crecimiento de una forma más acusada de lo vaticinado y no tiene visos de haber finalizado su proceso de ajuste.
Agrega que, de acuerdo con los datos del Ministerio de la Vivienda sobre las viviendas iniciadas en los primeros nueve meses de 2007, se prevé que el sector pueda obtener crecimientos interanuales negativos ya en el primer trimestre del año.
Por ello, y debido a la caída de la demanda y a las restricciones crediticias, la CEOE-Tenerife vaticina que la recuperación de la actividad en el sector de la construcción hasta bien entrado el año 2009.
La patronal tinerfeña considera necesario que se apueste por una política económica que permita alcanzar las cotas más altas de competitividad, a partir del fomento de la inversión privada, de la apuesta por la innovación y la cualificación del capital humano, así como a través de planes específicos sectoriales que permitan aprovechar sus potencialidades de crecimiento.
Para los empresarios en el sector de la construcción, al que consideran clave en el desarrollo económico y social de Canarias, se requiere aumentar el nivel de instrucción y formación profesional de los trabajadores.
Asimismo pide el apoyo del Gobierno canario ante las nuevas exigencias de profesionalización que el Código Técnico de la Edificación y la nueva Ley de Subcontratación exigen a las empresas.
Aunque reconoce la importancia de la inversión pública, la patronal considera que se debe apostar por la mejora y por la creación de nuevas infraestructuras que garanticen una respuesta adecuada a la creciente demanda, y permitan compensar el parón de la construcción de vivienda residencial.
Insisten los empresarios en la necesidad de impulsar la ejecución de obra pública, así como facilitar la prefinanciación privada de la misma y utilizan argumentos como la necesidad de favorecer el desarrollo regional equilibrado para defender obras como la ampliación del puerto de Santa Cruz de Tenerife o el puerto de Granadilla.
También considera que se ha de agilizar y simplificar el "complicado" entramado administrativo y normativo al que se tienen que enfrentar las empresas, especialmente en materia medioambiental, y pide que se facilite el acceso de la empresa canaria a la adjudicación de obra pública.
Los empresarios también se quejan en la nota de la inseguridad jurídica y arbitrariedad que genera el incumplimiento por parte de los ayuntamientos de la adaptación y aprobación de sus Planes Generales de Ordenación así como de la situación urbanística del Archipiélago y la escasez del suelo para la construcción de viviendas de protección oficial.
La CEOE- Tenerife reclama al Gobierno de Canarias la ejecución de su plan de dinamización de la economía que incluya un modelo de desarrollo basado en la integración de factores medioambientales, sociales y económicos
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