Adecco, líder mundial en la gestión de Recursos Humanos, ha presentado los resultados del Euroíndice Laboral (EIL) Adecco-Iese, realizado por investigadores del IESE. En esta ocasión se han analizado los datos del cuarto trimestre de 2007 y se han realizado previsiones para el segundo trimestre de 2008. El Euroíndice compara la situación de los distintos mercados laborales europeos ponderando cuatro componentes: ocupación, que mide la creación de puestos de trabajo, adaptabilidad del mercado a los cambios de su entorno, apertura a los grupos de trabajadores considerados vulnerables y rendimiento, la relación entre las variaciones del salario real y la productividad. Los siete países que forman la muestra son Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España, Portugal y Polonia, que representan más del 75% de la población y del PIB de los 25 miembros comunitarios.
Según se desprende del Euroíndice, mientras los países de la UE-25 destruyen o apenas generan empleo para personas con menor nivel educativo, España ha creado 327.000 de estos puestos, uno de cada cuatro, en los dos últimos años debido al protagonismo de sectores como la construcción y la hostelería.
Sin embargo, España es el tercer país con mayor proporción de universitarios entre sus ocupados (un 32,9%), habiendo generado el 42% de los nuevos empleos para estos titulados entre 2005-2007 (550.000 empleos en total). Aún así, este último porcentaje es ligeramente inferior a la media comunitaria, pero superior a la de Alemania (15%), Bulgaria (26%), Polonia (36%) y Holanda (39%).
En cuanto al nivel educativo del colectivo de ocupados, cada español ha estudiado una media de 14 años, por debajo de los 14,8 de media europea y sin presentar un mayor ritmo de crecimiento que ésta. Éste menor aumento del capital humano español ayuda a explicar la pobre evolución de la productividad del trabajo en España, lo que entorpece el crecimiento del poder adquisitivo del salario medio.
Para que España converja con el promedio de la UE-25 necesita capacitar a entre 4 y 5 millones de ocupados con educación secundaria incompleta o inferior, lo que equivale a casi la mitad de los individuos ocupados con ese nivel formativo. Para contar con el mismo porcentaje de ocupados con educación secundaria completa que la UE-25 (48,7%), debería capacitarse a 5,1 millones de ocupados; y para reducir la porción de quienes no han completado los estudios secundarios al mismo nivel que tiene Europa (24,8%), sería necesario capacitar a 3,8 millones de ocupados.
La creación de empleo en los países europeos analizados ha crecido sólo un 1,7% interanual, aunque ha sido suficiente para absorber el aumento de la población activa (un 0,7% interanual más) y reducir el colectivo de parados (en diciembre había un 10,4% menos de desempleados que un año antes). Sin embargo, se prevé una mayor ralentización: en junio el número de ocupados será un 1,1% mayor que un año antes y el de desempleados un 1,1% menor, en ambos casos, es el resultado menos favorable en dos años y medio.
España ha sido el único país que ha visto aumentar su número de desocupados (un 6,5% interanual, el mayor incremento en 5 años), el que más ha desacelerado el ritmo de creación de empleo (un 2,4% interanual, el menor en 13 años) y el que ha tenido un crecimiento de la población activa más fuerte (un 2,7% interanual). En junio se prevé una consolidación de esta tendencia con un nuevo aumento del colectivo de parados (un 7,6% interanual) debido al débil crecimiento del empleo, (un 1,6%) y una mayor expansión de la población activa (del 2,1%).
Esta evolución del mercado laboral ha afectado más al empleo masculino que al femenino en Europa: mientras el primero ha crecido un 1,4% interanual, el segundo lo ha hecho en un 2,1%. En junio se espera que los incrementos interanuales sean del 0,6% y 1,8%, respectivamente. Las mujeres captarán el 69% de los nuevos empleos, la porción más elevada en 4 años y medio.
En España la desaceleración ha afectado a ambos sexos, aunque más a los hombres. El crecimiento del 3,8% interanual del empleo femenino es el menor desde mediados de 2002 pero el masculino, del 1,4% interanual, es el más bajo en los últimos 11 años. Las variaciones interanuales previstas para junio serán de un 0,3% interanual para los hombres y de un 3,6% para las mujeres, las menores desde finales de 1994. Esto implica que 9 de cada 10 empleos creados serán para mujeres, la mayor proporción entre los países estudiados.
La tasa de desempleo media europea ha sido en el cuarto trimestre de 2007 del 7,3%, esto supone una reducción interanual de nueve décimas, por lo que se encadenan ya ocho trimestres de contracciones y se mantiene el valor del trimestre anterior, que es el menor de los últimos veinte años y que se mantendrá hasta junio (lo que implicará un descenso interanual de 2 décimas).
El único país que no ha seguido esta tendencia es España, donde la proporción de desocupados ha experimentado un incremento de 3 décimas en comparación con el cuarto trimestre de 2006, alcanzando el 8,6%, la más alta entre los países miembros de la OCDE (excepto Eslovaquia). En junio volverá a aumentar su tasa de paro en 4 décimas, y será del 8,4%.
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