El Gobierno italiano, los sindicatos, la región de Lombardia y las provincias de Milán y Varese han firmado hoy un acuerdo para la puesta en marcha de un programa para gestionar la "crisis laboral", que se desencadenará en el aeropuerto de Milán-Malpensa cuando Alitalia lleve a cabo el recorte de vuelos previsto y el aeródromo abandone su rol de ‘hub’ –centro de interconexión de vuelos– de la compañía de bandera italiana.
"Con el acuerdo de hoy, el Gobierno dignifica el compromiso asumido con los trabajadores de SEA –que gestiona los dos aeródromos de la ciudad– para garantizar la continuidad de la renta y de la ocupación, frente al descenso a partir de abril de las actividades del aeropuerto de Malpensa que se deriva del nuevo horario de verano de Alitalia", explicó el ministro del Trabajo, Cesare Damiano, en nombre del Ejecutivo.
No obstante, el Gobierno solicitó a SEA un comportamiento "coherente" con el cierre del acuerdo entre Air France (Paris: FR0000031122 – noticias) -KLM y Alitalia, retirando el recurso presentado por valor de 1.250 millones de euros. El grupo franco-holandés exigió en su oferta por la deficitaria aerolínea de bandera precisamente la retirada de dicho recurso.
"De este acuerdo depende el futuro de miles de trabajadores de toda Italia, incluidos los del aeropuerto de Malpensa. En el caso contrario, SEA tendrá que asumir las consecuencias", recalcó el Gobierno en un comunicado.
El pasado año, el presidente de Alitalia, Maurizio Prato, anunció la puesta en marcha de un ‘plan de supervivencia’ para la compañía, lastrada por graves pérdidas, en el que se incluía prescindir del aeropuerto de Milán-Malpensa en su rol de ‘hub’, apostando sólo por un único centro de interconexión de vuelos, el de Roma-Fiumicino. La compañía ya aplicó los recortes de rutas y frecuencias en su programación para la próxima temporada de verano.
Por su parte, SEA estimó que el aeropuerto de Milán-Malpensa tendrá que prescindir de 1.200 trabajadores cuando Alitalia haga efectivo su plan de reestructuración. "En 2008 necesitaremos una caja de 27 millones de euros, lo que supone que tendremos que recortar los puestos de trabajo necesarios para alcanzar esa cifra, es decir 1.200 empleados", explicó el presidente Sea –compañía que gestiona el aeródromo–, Giuseppe Bonomi el pasado mes de febrero.
Bonomi recalcó que los despidos podrían afectar no sólo a Milán-Malpensa, sino también al de Milán-Linate. "Es una crisis del grupo", recalcó el presidente de SEA. No obstante, Bonomi se mostró confiado de que antes de finales de 2010 los aeródromos milaneses cuenten ya con un sustituto de Alitalia. En cuanto al corto plazo, Bonomi anunció la puesta en marcha de una "política de marketing agresiva para remediar las pérdidas".
"Los recortes de Alitalia suponen seis millones de pasajeros y 70 millones de euros menos al año, pero en el presupuesto de 2008 tenemos previsto recuperar al menos 2,5 millones de pasajeros", aseguró Bonomi. Además, el Parlamento italiano ya destinó 120 millones de euros para los trabajadores de Alitalia y de Sea que se vean afectados por esta situación.
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