Los interlocutores sociales -organizaciones empresariales y sindicales se muestran inquietos por las reformas del sistema de pensiones y del mercado laboral que se avecinan en la nueva legislatura. Son conscientes de que los cambios tendrán que ser más profundos que los últimos, pero prefieren situarse a la defensiva para avanzar o al menos mantener sus intereses. Mientras la patronal CEOE cuenta con la complicidad de Pedro Solbes, hombre fuerte del próximo gobierno, CCOO y UGT abogan por un ‘peso pesado’ en Trabajo que contrarreste las tesis y el futuro poder del actual vicepresidente económico.
Las últimas reformas fueron consensuadas y se firmaron en un escenario de bonanza, pero el viento ha cambiado y sobre el panorama laboral planean fuertes nubarrones. La subida del paro, arrastrada desde hace meses, ha provocado que el gasto en prestaciones de desempleo se dispare un 18% (enero 2008), algo que no ha pasado desapercibido para Economía.
Hasta que no pasaran las elecciones generales del 9 de marzo, la consigna del Gobierno era no presentar análisis excesivamente negativos de los indicadores socio-económicos. Una vez que las urnas han confirmado la permanencia del PSOE en La Moncloa, Zapatero y su equipo son conscientes de que es preciso afrontar los problemas, para que el ciclo de incertidumbre y desaceleración dañe lo menos posible.
Recorte o mantenimiento
Y son la fórmula o las medidas a adoptar lo que origina inquietud, desde distinta perspectiva, en patronales y sindicatos. Todos saben que las últimas reformas en la Seguridad Social o en el mercado de trabajo no complacieron a Solbes, quien ya era ministro de Economía y Hacienda en 1994, cuando CCOO y UGT convocaron el 27 de enero una huelga general por los cambios impuestos por el ejecutivo de entonces, presidido por Felipe González. Las centrales temen que de nuevo haga valer sus tesis liberales, proclives al recorte de derechos de los trabajadores, como podrían ser la agilización y abaratamiento del despido o la reducción de los costes laborales.
Esta percepción es valorada por CEOE de diferente manera. Su presidente Gerardo Díaz Ferrán, ya ha hecho guiños a Solbes, al reconocer antes de las elecciones que el futuro de la economía volvería a estar en sus manos. La patronal mantiene la esperanza de que reivindicaciones antiguas se conviertan en realidad en un breve periodo de tiempo y que, en definitiva, la contratación de mano de obra se abarate.
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