La consejera de Igualdad y Bienestar Social en funciones de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, afirmó ayer que el caso de las enfermeras de la Clínica San Rafael de Cádiz que han denunciado sentirse discriminadas al ver mermadas sus nóminas por no querer usar falda para trabajar ‘atenta contra la dignidad personal y profesional’ de la mujer, concretamente, en este caso, de estas trabajadoras.
Navarro indicó que este caso es ‘ese tipo de cosas lamentables que agreden el propio sentido común’. ‘No sólo agredimos derechos, en este caso el derecho a la propia imagen y los laborales, probablemente, sino que además estamos agrediendo el sentido común’, matizó a los periodistas antes de la inauguración del II Congreso Internacional de Estudios de Género y Políticas de Igualdad, organizado por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM).
‘Creo que a estas alturas, en el siglo XXI, ya no cabe en cabeza humana que tengan estas personas establecidas, al parecer por una cláusula en su contrato, que tiene que usar un vestuario que creo que no se usa desde hace no sé cuántos años, que entre otras cosas les impide poder trabajar con una cierta garantía que tiene que ver también con su derecho a la salud laboral’, concretó.
Así, informó de que ‘no sólo se está infringiendo una norma, sino que sobre todo se les está impidiendo’. ‘Para mí el que le hayan retirado el complemento de los 30 euros me puede parecer grave, pero tiene que ver más con la dignidad que con la economía’, subrayó.
Por otro lado, el recurso que desde el IAM se puede ofrecer a estas trabajadoras pasa por el Servicio de Defensa Legal para casos específicos de discriminación por razón de sexo. El IAM tiene firmado un convenio con UGT y CCOO, que son los sindicatos que gestionan las oficinas de defensa. ‘Dicha oficina tramita la denuncia de forma gratuita y cuando éstas se hacen al Observatorio Andaluz de la Publicidad No Sexista hay que calificarla y canalizarla en su ámbito correspondiente’, sentenció.
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