Dos fueron los motivos para este cambio de postura: la falta de apoyo de UGT y la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI) en el seno del comité y el compromiso por escrito de la dirección del astillero de que el buque 703 -cuya construcción se ha iniciado en Portugal- entrará en el dique una vez que salga el portaconedores que se botará el próximo día 5.
Durante la asamblea, los trabajadores pusieron de manifiesto la «delicada» situación en la que se encuentra el astillero y cómo retener el quimiquero «podría ser contraproducente» en un momento en el que se está negociando el cierre con Pymar y la incorporación de excedentes con Vulcano.
Por su parte, CSI lamentó que no se les dejara someter a votación su iniciativa de que sea el comité de empresa quien lidere un plan de movilizaciones para pedir carga de trabajo y futuro para la plantilla.
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