Impulsando Pymes . El 91,4% considera que son útiles en tiempos de crisis. Sin embargo, apenas un 10,5% de las compañías los emplea como estrategia de marketing. Y es que, pese a que los códigos bidimensionales son cada vez más populares en nuestro país, la gran mayoría de las empresas se conforma con incluirlos en sus soportes promocionales sin aportar ningún valor añadido al usuario. El 45,2% de los códigos analizados dirige a una web que no está adaptada a los smartphones, por un 23,8% que sí ofrece contenidos propios y optimizados. Enlazar con una red social (12,1%) o mostrar un vídeo en Youtube (11,4%) son otros de los usos más habituales.
El propósito principal de las empresas que recurren a esta tecnología es transmitir una imagen de vanguardia de su marca, según indica el 82,4%. Buena parte de ellas (76,5%) también se plantea atraer potenciales clientes, pero solo el 35,5% se fija como objetivo incrementar las ventas. También es frecuente emplear los códigos QR para diferenciarse de la competencia (70,6%) o para abrir un nuevo canal de contacto con los clientes (76,5%).
Suspenso en estrategias
La estrategia de marketing sigue siendo la gran asignatura pendiente de nuestras empresas. Dado que es un sistema de código abierto, fácil de generar y gratuito, el 68,1% de las compañías opta por elaborar los códigos QR por su propia cuenta. Sin embargo, un alto porcentaje de empresas es consciente de que la ausencia de una estrategia atractiva es uno de los puntos a mejorar. Así lo reconocen el 41,2% de los encuestados, mientras que al 29,4% le gustaría adaptar el diseño del código a su imagen de marca o utilizar otros soportes (23,5%).
Este hecho denota una falta de profesionalización en el uso de la herramienta, ya que lo habitual es hacerlo sin consultar a un experto o agencia especializada. Sólo en uno de cada diez casos el código QR es el elemento clave de la campaña. El resto, un 89,5%, enlaza a contenidos que aportan algún tipo de información pero en ningún caso son parte de una estrategia previamente definida. Buena parte de ellas tampoco dispone de datos de escaneos, el 42,2%. Sólo la mitad presta atención a cómo los usuarios interactúan con su código QR para introducir mejoras posteriores u ofrecer un mejor servicio.
Pese a todo, las empresas consultadas califican su satisfacción general con un 7,7, algo más de 1,7 puntos respecto hace un año, en buena parte porque contar con un QR ya responde a sus objetivos (transmitir una imagen de vanguardia) y a la popularización de los códigos bidimensionales entre la población.
Preferencia por la cartelería
Pese a que los códigos QR pueden ser ubicados en cualquier lugar, carteles (76,5%) y folletos (52,9%) son de largo los soportes preferidos por las empresas, que también se decantan por incluirlos en tarjetas de visita (47,1%), anuncios en prensa (35,3%) o merchandising (20,2%). Pocas aún se atreven a colocar el código en productos o packaging (11,8%).
Las empresas españolas están convencidas de que los códigos QR
generan oportunidades de negocio. El 94,1% de aquellas que ya los han
utilizado seguirá apostando por este canal de comunicación en 2013,
según se desprende del “II Estudio sobre el uso de los códigos QR en las
empresas españolas” elaborado por la agencia de comunicación y
marketing Selenus, en colaboración con el Club de Marketing de Valencia.
El 91,4% considera que son útiles en tiempos de crisis. Sin embargo,
apenas un 10,5% de las compañías los emplea como estrategia de
marketing.
Y es que, pese a que los códigos bidimensionales son cada vez más populares en
nuestro país, la gran mayoría de las empresas se conforma con incluirlos en sus
soportes promocionales sin aportar ningún valor añadido al usuario. El 45,2% de los
códigos analizados dirige a una web que no está adaptada a los smartphones, por un
23,8% que sí ofrece contenidos propios y optimizados. Enlazar con una red social
(12,1%) o mostrar un vídeo en Youtube (11,4%) son otros de los usos más habituales.
El propósito principal de las empresas que recurren a esta tecnología es transmitir una
imagen de vanguardia de su marca, según indica el 82,4%. Buena parte de ellas
(76,5%) también se plantea atraer potenciales clientes, pero solo el 35,5% se fija como
objetivo incrementar las ventas. También es frecuente emplear los códigos QR para
diferenciarse de la competencia (70,6%) o para abrir un nuevo canal de contacto con
los clientes (76,5%).
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Suspenso en estrategias
La estrategia de marketing sigue siendo la gran asignatura pendiente de nuestras
empresas. Dado que es un sistema de código abierto, fácil de generar y gratuito, el
68,1% de las compañías opta por elaborar los códigos QR por su propia cuenta. Sin
embargo, un alto porcentaje de empresas es consciente de que la ausencia de una
estrategia atractiva es uno de los puntos a mejorar. Así lo reconocen el 41,2% de los
encuestados, mientras que al 29,4% le gustaría adaptar el diseño del código a su
imagen de marca o utilizar otros soportes (23,5%).
Este hecho denota una falta de profesionalización en el uso de la herramienta, ya que
lo habitual es hacerlo sin consultar a un experto o agencia especializada.
Sólo en uno de cada diez casos el código QR es el elemento clave de la campaña. El
resto, un 89,5%, enlaza a contenidos que aportan algún tipo de información pero en
ningún caso son parte de una estrategia previamente definida.
Buena parte de ellas tampoco dispone de datos de escaneos, el 42,2%. Sólo la mitad
presta atención a cómo los usuarios interactúan con su código QR para introducir
mejoras posteriores u ofrecer un mejor servicio.
Pese a todo, las empresas consultadas califican su satisfacción general con un 7,7,
algo más de 1,7 puntos respecto hace un año, en buena parte porque contar con un
QR ya responde a sus objetivos (transmitir una imagen de vanguardia) y a la
popularización de los códigos bidimensionales entre la población.
Preferencia por la cartelería
Pese a que los códigos QR pueden ser ubicados en cualquier lugar, carteles (76,5%) y
folletos (52,9%) son de largo los soportes preferidos por las empresas, que también se
decantan por incluirlos en tarjetas de visita (47,1%), anuncios en prensa (35,3%) o
merchandising (20,2%). Pocas aún se atreven a colocar el código en productos o
packaging (11,8%).
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