La dirección de Ericsson comunicó el pasado viernes al comité de empresa que planea ajustar su plantilla de 3.300 empleados, en las áreas comerciales, de servicios y dirección. Eliminará el 6% de los puestos de trabajo de la filial española, lo que equivale a despedir cerca de 200 personas este año.
Ericsson terminó el año pasado en España con una facturación de 954 millones de euros, un 5% más que en 2006. Sin embargo, este año espera registrar crecimientos «muy limitados». La casa matriz, Carl-Henric Svanberg, ya anunció que despedirían a unos 4.000 trabajadores.
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