Recursos Humanos Digital. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), mayoritaria en el instituto armado, propone cerrar más de mil cuarteles en toda España, casi la mitad, que sobreviven con muy pocos agentes y que resultan «caros e ineficaces» y concentrar los efectivos en dependencias comarcales, al estilo de los Mossos d’Esquadra.
El secretario general de AUGC, Alberto Moya, ha alertado de que a un ritmo de 2.000 jubilaciones al año, que apenas son compensadas por promociones de 200 agentes, el actual despliegue de la Guardia Civil es «inviable» y sufrirá un colapso si no se actúa a tiempo.
Este planteamiento contrasta con el expresado inicialmente por el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, quien en una comparecencia en el Congreso el pasado mes de abril aseguró que a pesar de los recortes presupuestarios «no se tocaría ninguno» de los casi 2.000 puestos que vertebran el territorio.
Por contra AUGC, que celebrará su congreso el próximo 13 de junio en Toledo, defiende que el actual despliegue, con centenares de cuarteles con una plantilla de «cuatro o cinco guardias», no garantiza la seguridad de las zonas rurales, además de resultar muy caro para las arcas públicas, que necesitan recursos adicionales y aligerar su inmenso patrimonio inmobiliario.
Oposición a la reorganización del Cuerpo
No obstante, AUGC se opondrá a que la reorganización del Cuerpo lleve consigo un «éxodo» de guardias civiles como el sufrido en Cataluña, así como un hipotético repliegue en el País Vasco donde la Guardia Civil «se debe mantener porque es territorio nacional».
Precisamente, sobre la situación en el País Vasco, Moya ha denunciado el «apartheid» que siguen sufriendo los guardias civiles destinados en el País Vasco y Navarra, a pesar del cese definitivo del terrorismo etarra.
Según el secretario general de AUGC, la naturaleza militar de la Guardia Civil no debe llevar consigo una «discriminación» con respecto a las otras Fuerzas de Seguridad del Estado.
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