Su afición por el Valencia Fútbol Club, su pasión por el equipo de su tierra y el sufrimiento con el que vive cada partido, le han hecho que sea conocido por este apelativo.
Y si, además, añadimos que por culpa de su trabajo se pierde muchos de los partidos que juega su amada escuadra, entenderemos por qué además es un gran sufridor.
¡Amunt Valencia!
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