Esta entidad financiera se queda sin uno de su baluartes ya que, después de varios años de éxitos en su política de capital humano, ha decidido cambiar de aires e irse a un sector, desde luego, bastante más confortable, que no menos complejo.
Y es que los buenos profesionales, de vez en cuando, deben cambiar de aires para seguir sentando cátedra a diario.
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