Que lo de gurulandia era flor de un día se sabía desde hace mucho, y el tiempo ha dado la razón a todos aquellos que auguraban un fin cercano a este tipo de eventos en España.
El hecho de que desde el extranjero vengan a dar lecciones ejecutivos jubilados, ex directivos de multinacionales metidos a consultores y que se les pagase por ello una fortuna, mientras que a los supuestos gurus españoles no se les pagaba nada, ha sido, entre otras cosas, uno de sus fallos y por eso este año emigran a Italia.
Y es que ya lo dijo Lincoln, que tan de moda está actualmente: «se puede engañar a algunos todo el tiempo, se puede engañar a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo».
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