Su natural elegancia, saber estar, belleza, gusto por las buenas marcas, clase y distinción, hacen que destaque frente a sus colegas de recursos humanos.
Si, además, añadimos la importante compañía en la que trabaja, el lujoso coche de empresa con el que se mueve por la ciudad, los distintos cargos en otras instituciones que por su posición le corresponden, hacen de ella la envidia entre las mujeres de la profesión.
Y que más de uno ande por ahí enamorándose de su persona, que no del puesto.
Los comentarios están cerrados.