Según parece, todo lo que tiene es puro marketing y, tras de ello, nada de nada. Ni clientes fieles, ni un volumen de negocio suficiente, ni una estrategia clara y definida, a pesar de que están como locos buscando socios internacionales que quieran vender su supuesto producto que, por lo visto, ahora está orientado a los universitarios a los que prometen empleos y valoraciones de lo más peculiares.
Y es que, muchas veces, la vida empresarial es demasiado corta para pasarla timando.
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