Conociendo al torbellino en cuestión, no nos extraña como ha revolucionado su empresa, con lo que a su jefe no le ha quedado más remedio que comprender la valía de una excelente profesional y se hayan decidido a promocionarla para que lleve todos los recursos humanos del grupo.
Y es que, lo mismo que duran los quesos y la leche que fabrican, está excelsa, simpática, alegre y dicharachera profesional tiene por delante un largo camino que recorrer.
¡Enhorabuena!
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