Sus números lo dicen todo. Desde hace años, lo mismo que los cangrejos, van hacia atrás. De contratar, a despedir con EREs camuflados. De conseguir clientes, a perderlos porque ni se tienen los productos adecuados ni se prestan los servicios con calidad. De beneficios, a pérdidas.De ampliar metros cuadrados y abrir centros de formación, a dejar su histórica oficina porque no se puede pagar el alquiler y se deben miles de euros al casero.
Y es que ya se sabe, hay personas expertas en arruinar empresas de psicólogos.
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