Resulta que su afición por el arte culinario le desborda. Son tales sus habilidades en tan complejo ejercicio, que disfruta haciendo diversos platos a sus amigos y colaboradores.
Este «Arguiñano» aficionado es, un cúmulo de sorpresas y lo que aún no hemos llegado a saber con certeza es si se siente más seguro en su mesa de despacho o en su fogón particular.
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