Esta CEO tiene un pasatiempo poco común: arreglar ascensores en su tiempo libre. Nunca ha perdido su pasión por la mecánica, y aún hoy, con traje impecable, no duda en remangarse cuando surge una avería.
Más de una vez la han visto salir de su despacho con una caja de herramientas, adelantándose al equipo técnico. En una ocasión, un ascensor quedó atascado y, antes de que llegara el servicio de asistencia, ella ya había resuelto el problema.
Entre reuniones y motores, demuestra que un verdadero líder no solo dirige, sino que también sabe cómo levantar a los demás… literalmente.