En tiempos de liderazgo ágil, flexibilidad y oficinas con futbolín, hay un CEO que se resiste al cambio. Sí, como lo lees… Mientras el mundo empresarial abraza el teletrabajo, la inteligencia artificial y las reuniones en con camisa y pantalón de pijama (cuando es por videollamada), él sigue creyendo que el mejor método de gestión es: «Como se hacía en tiempos de mi abuela…»
Su asistente personal confiesa que este misterioso líder sigue llamando a las 8:00 a.m. para asegurarse de que «todo el mundo está en su puesto».
Una cosa está clara: si se resiste al cambio, perderá empleados… Los tiempos cambian y hay que adaptarse a todo lo que venga.