Quién necesita películas de acción cuando tienes una directora de RRHH capaz de convertir un simple ‘falta una caja de folios en la oficina’ en una crisis mundial digna de Hollywood?
Si la realidad se distorsionara un poco más, no sé qué pasaría…
¡Cuidado! Porque en sus manos, un pequeño problema se transforma en una bomba nuclear que hasta la ONU tendría que intervenir.
Todos los empleados de esta empresa madrileña temen acudir a su despacho… Es más, temen hasta cruzarse con ella cuando bajan a la cocina.