En los círculos más exclusivos de Recursos Humanos hay una CEO que ha llevado la puntualidad y el respeto a los plazos a un nivel extremo. Dicen que en cuanto un cliente se atreve a cambiar la fecha de un proyecto o a pedir más tiempo para «ajustar detalles», no duda ni un segundo en sacar su calculadora (metafórica, claro) y aplicar un recargo. «El tiempo es oro», parece ser su mantra, y no hay excusa que le haga titubear. Algunos la ven como una justiciera del tiempo, otros como «La Recargos», pero lo cierto es que sus cuentas siempre cuadran y sus proyectos salen con precisión. Eso sí, cuidado con pedirle «un poquito más de tiempo», porque lo único que ganarás será una factura más abultada.
Quizá, desde RRHHDigital deberíamos empezar a tomar nota…