Este directivo tuvo un percance mientras disfrutaba de su paseo matutino en bicicleta. Por culpa de un un bache traicionero que le jugó una mala pasada, perdió el equilibrio y terminó en el suelo con un golpe más fuerte de lo que esperaba.
Acostumbrado a un ritmo frenético de trabajo, tuvo que enfrentarse a una agenda completamente alterada, posponiendo reuniones clave con inversores y cancelando entrevistas que tenía programadas con varios medios de comunicación.
¡Esperamos que se recupere pronto!