¡Parece que este verano le ha sentado de maravilla a uno de los directores de RRHH de una empresa ubicada en Madrid!
Ha vuelto renovado, en su mejor versión, y ahora trata a los empleados como si estuvieran en su propia luna de miel. ¡Atención! Se rumorea que hasta ha aprendido a decir “buenos días” antes de pedir los informes. ¡Un auténtico milagro post-vacacional!