Un cierto Director de RRHH ha perdido los papeles, ¡literalmente! Después de una maratón de reuniones en las que repartió más palmaditas en la espalda que contratos, decidió darse un descanso… Ahí fue donde las cosas se complicaron. El protagonista decidió hacer una limpieza rápida de escritorio, pero en un giro del destino (o tal vez culpa de un ventilador mal posicionado al seguir a día de hoy con más de 30 grados), un viento travieso se llevó volando esos documentos importantes.
Así que, si ves a un Director de RRHH rastreando por los pasillos con cara de investigador privado, ya sabes qué está buscando…