A pesar de su apretadas agendas, nunca falta a esta cita nocturna.
Cuando el reloj marca las nueve de la noche y las luces de la oficina se apagan, un exclusivo grupo de directivos se reúne en una pista de pádel a las afueras de la ciudad. Según los testigos, el nivel de exigencia es tal que más de uno ha salido con algún que otro golpe…
Aunque muchos podrían pensar que son rivales naturales por sus cargos, la realidad es muy diferente. Las noches de pádel han sido una forma de desconectar del estrés diario y mantener viva una tradición que comenzó casi por casualidad, cuando uno de ellos propuso jugar como un simple pasatiempo.
¡Desde aquí esperamos que sigan disfrutando de esta cita muchos años más!