Durante una reciente comida de trabajo, en la que el ambiente informal permitió charlas más relajadas y personales, dos profesionales de Recursos Humanos se llevaron una sorpresa inesperada.
Mientras discutían anécdotas familiares, ambos comenzaron a notar similitudes sorprendentes en sus historias. Uno mencionó que su abuelo había nacido en Vargas (Toledo), a lo que el otro respondió con entusiasmo que su bisabuela también provenía de ese mismo pueblo.
La conversación se tornó aún más intrigante cuando se dieron cuenta de que compartían los mismos apellidos familiares.
Qué bonito comienzo de una nueva relación… ¡familiar!