En estos tiempos que corren, por culpa de la crisis, la necesidad de vender es mala consejera. Así, no es de extrañar que algunos, antepongan los propios intereses a la lealtad y el honor y se dediquen a cerrar contratos que, en otras circunstancias, no serían suyos.
Y es que el refranero español es muy sabio:
«En la necesidad se conoce la amistad»
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