Últimamente todo el mundo utiliza palabras para comunicarse en inglés en lugar de utilizar su lengua materna.
«¡Palabras Globales, Solo si son Españolas!», expresa siempre el director de recursos humanos que es conocido por su peculiar aversión a las palabras en inglés. Con un acento tan español que podría hacer que una paella se sienta en casa, el directivo se aferra a su lengua materna como si fuera un tesoro nacional.
En cada reunión, este director desata su pasión por el idioma español. Incluso en los correos electrónicos, se las ingenia para encontrar las traducciones más pintorescas para términos como «brainstorming» o «feedback», dejando a todos los empleados con una sonrisa en el rostro y un diccionario español-inglés a mano. A pesar de sus excentricidades lingüísticas, tiene un don para conectar con la gente.