Dos directores de Recursos Humanos, cuyas trayectorias profesionales se habían entrelazado en incontables ocasiones a través de correos electrónicos y videoconferencias, se encontraron cara a cara en las bulliciosas calles de Nueva York. Una experta en desarrollo organizacional conocida por su enfoque innovador en la gestión del talento y un conocido director de RRHH, conocido por su capacidad para optimizar estructuras salariales, se toparon mientras paseaban por Central Park en un fugaz encuentro que parecía sacado de una comedia romántica.
El encuentro, que inicialmente fue recibido con sorpresa por ambos directores, pronto se convirtió en una oportunidad invaluable para intercambiar ideas y experiencias en un ambiente informal y relajado. Entre risas y anécdotas, compartieron reflexiones sobre los desafíos y las tendencias emergentes en el ámbito de los recursos humanos, descubriendo puntos en común que fortalecieron su conexión profesional. Para ambos, este encuentro fortuito no solo representó un momento memorable, sino también una lección sobre la importancia de cultivar relaciones interpersonales en un mundo cada vez más digitalizado.