La directora de Recursos Humanos de una empresa muy conocida en la capital posee una habilidad única para «empalmar resfriados». Según sus compañeros, esta directiva, en cuanto bajan las temperaturas de 10 grados, cae enferma. Además, se sorprenden por la fuerza con la que afronta estas situaciones. Los empleados comentan con asombro y cierta dosis de ‘envidia sana’ sobre cómo logra mantenerse en pie a pesar de las temporadas de gripe y los brotes virales.
Esta anécdota no deja de añadir un toque de misterio y humor al ambiente laboral, alimentando la conversación entre los empleados que se preguntan si la directora realmente ha descubierto el secreto para esquivar el malestar que normalmente deja esta situación.