Las promesas de año nuevo a menudo se desvanecen entre informes financieros y reuniones interminables…
Este CEO de renombre se propuso el objetivo de incorporar hábitos saludables a su apretada agenda, comprometiéndose a realizar actividades físicas al menos tres días a la semana. Sin embargo, la realidad le jugó una mala pasada y ha caído presa de las demandas implacables de su posición ejecutiva, a pesar de sus buenas intenciones.
Incluso los líderes más influyentes enfrentan desafíos para equilibrar el bienestar personal con las exigencias del mundo empresarial, ¡mucho ánimo!