A pesar de su ajetreada vida profesional, dedica su tiempo libre a realizar algo tan tradicional como encantador. Se dice que esta directora de RRHH, conocida por su firmeza en la sala de juntas, se transforma en una artista navideña secreta cada año.
Mientras lidera con mano firme su empresa, la directora se embarca en una misión secreta en las semanas previas a la Navidad. Cada noche, después de que las luces de la oficina se apagan, ella se sumerge en un mundo de purpurina, papel de colores y pequeñas sorpresas. Armada con tijeras y pegamento, la directora confecciona a mano calendarios de adviento únicos y personalizados para sus hijos.
Estos calendarios, hechos con tanto amor y cuidado, contienen pequeñas delicias que ella selecciona con esmero. Desde actividades especiales hasta notas con mensajes personalizados, cada día es una nueva sorpresa para sus pequeños. La directora guarda celosamente su secreto navideño, demostrando que incluso en el mundo de los negocios, hay espacio para la magia y la creatividad.