A pesar de su apretada agenda y reuniones interminables, este director no se pierde por nada del mundo el esperado encendido del alumbrado navideño de su ciudad.
La historia de su fijación por las luces navideñas se remonta a su infancia, cuando su abuela lo llevaba de la mano a recorrer las calles iluminadas durante las festividades. Aunque ahora encabeza una empresa de vanguardia, su corazón sigue latiendo al ritmo de las luces parpadeantes y los adornos festivos.
¡Incluso en el mundo empresarial, el espíritu navideño puede encontrar su lugar!