Esta directiva estrella, la respetada vicepresidenta de recursos humanos, es conocida entre sus colegas como «La Aspiradora». No porque tenga un talento especial para limpiar, sino más bien por su insaciable apetito que parece rivalizar con su habilidad para gestionar el capital humano de la empresa. La leyenda de la «Aspiradora de Recursos Humanos» empezó a coger fuerza cuando, en una reunión crucial, se la vio devorar un sándwich tras otro mientras tomaba decisiones estratégicas con una destreza inigualable.
Los empleados observaban con mezcla de asombro y diversión cómo la directiva parecía tener una relación simbiótica con la comida y la toma de decisiones. En una ocasión memorable, durante una reunión de emergencia, sorprendió a todos al desplegar una caja de pizza y compartir anécdotas mientras saboreaba cada porción. La sala, inicialmente tensa, pronto se relajó, y los presentes no pudieron evitar unirse a la camaradería que surgía en torno a las deliciosas viandas.
Esta directiva ha demostrado que, a veces, un buen plato puede ser la clave para unir a un equipo y hacer que el trabajo fluya de manera más sabrosa.