Este CEO ha adoptado una práctica poco convencional: arrodillarse ante sus empleados todos los días. La iniciativa surgió como un gesto de gratitud hacia el equipo que, para él, es la fuerza impulsora detrás del éxito de la empresa.
Los empleados inicialmente se sorprendieron por la singularidad de la acción. Se dice que este CEO busca establecer un ambiente de trabajo más inclusivo y fomentar la camaradería entre los miembros del equipo. Los empleados, al principio incrédulos, ahora esperan con anticipación el momento diario en que su director ejecutivo se arrodilla para expresar su reconocimiento.