Su carrera se había desarrollado en el mundo de los negocios, sin embargo, su verdadera pasión era la medicina, y más específicamente, el estudio y tratamiento de las afecciones del sistema urinario. Se cuenta que, durante las aburridas reuniones de estrategia empresarial, la mente de este director de RRHH divagaba hacia manuales médicos y revistas especializadas en urología en lugar de cifras financieras. Sus colegas no podían evitar sonreír ante la curiosa pasión secreta de este directivo, pero se preguntaban si alguna vez daría el salto y cumpliría su anhelo de explorar el mundo de la medicina.
Aunque la idea de que un directivo de alto nivel pudiera dejar su exitosa carrera empresarial para estudiar medicina parecía improbable, en los pasillos de la empresa lo veían posible. Algunos afirmaban haberlo visto asistiendo a clases nocturnas de anatomía, mientras otros juraban haberlo visto practicando procedimientos médicos en maniquíes durante su tiempo libre.
A pesar de parecer un sueño extravagante, la historia de este director que soñaba con ser urólogo es en un recordatorio de que a veces, nuestras verdaderas pasiones pueden florecer en los lugares más inesperados…