Según cuentan los empleados de esta empresa, cuentan con la directora de RRHH más moderna de todas. ¿Por qué? Es una fanática de los emoticonos. Las conversaciones serias sobre evaluaciones de desempeño o aumentos salariales se resuelven con emojis de caritas sonrientes y pulgares hacia arriba, mientras que los problemas más espinosos son representados con emojis de interrogación y caras confundidas.
¿Será esta peculiar forma de comunicación una estrategia de liderazgo innovadora, o simplemente un giro inesperado en la era digital de la empresa? ¿Serían los emojis la clave para ascender en la jerarquía corporativa?
¡La oficina nunca antes había sido tan intrigante y colorida!