En los laberintos de la oficina, corre un rumor tan pegajoso como un chisme de cafetería un lunes por la mañana. Un misterio rodea a este director de RRHH al que han apodado «el sapo de los Recursos Humanos». Un mote que si bien puede resultar despectivo, tiene toda una historia detrás.
Resulta que este peculiar personaje no solo es conocido por su destreza en asuntos laborales, sino también por su habilidad única para producir sonidos que desafían toda lógica humana.
En el tranquilo pasillo del tercer piso, testigos aseguran haber escuchado extraños croacs y gorjeos que no encajan con el típico trajín de una jornada laboral. Algunos aseguran que es una técnica de gestión de estrés, mientras que otros sugieren que podría tener un talento oculto para imitar a la fauna local. Sea cual sea la verdad detrás de los misteriosos sonidos del «Sapo de los RRHH», una cosa es segura: en la jungla de la vida corporativa, siempre hay espacio para una rana que canta su propia melodía.