Independientemente de que dejo de ser quien era, de que ha deambulado buscando lo que no puede y de que el tiempo ha dejado a cada uno en su sitio, «el envidias» está que trina por ver que, otros a los que minusvaloraba, no sólo valen mucho más, sino que, además, consiguen mejores logros y triunfos.
Y a los hechos, nos remitimos.
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