Hay gente afortunada, y esta directora de recursos humanos lo es. En un viaje laboral, tuvo la suerte de coincidir con Andrés Iniesta y pudo departir con él, hacer un reportaje fotográfico y comprobar como la humildad es patrimonio de los grandes.
Siendo el jugador que es y habiendo logrado lo que ha alcanzado, viajó en turista como un pasajero más.
Que aprendan algunos que no son nada y van de todo.
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