Cuando las cosas van tan mal al otro lado del charco, no es extraño que aquí acabe sucediendo lo mismo, con el ‘ligero matiz’ de que en España no hay planes de rescate más que para la banca y para vender coches eléctricos.
Eso seguramente pensará la propiedad de esta conocida red de concesionarios de coches -de gasolina-, que, harta de ver cómo no se vende ningún modelo, podría cerrar el negocio. En este caso, además de las propias dificultades derivadas de la crisis económica, se comenta que unos precios de venta excesivamente altos no invitan a poner el pie en sus instalaciones.
Lástima que este pueda ser el inicio del fin de un grupo aparentemente consolidado y con una más que numerosa plantilla.
Confiamos en que no llegue a cumplirse nuestro ‘rumor’ de hoy.
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